El año pasado comencé una nueva etapa en mi vida, decidí irme de Erasmus y el país de destino fue la bella Italia. Me fui sola, sin conocer a nadie, sin hablar el idioma….Al llegar allí, una de las primeras expresiones que escuché fue “mi piace”, pronunciándose “mipiache” . Este “me gusta” a la italiana me llamó tanto la atención que me habitué desde un principio a decir “mi piace” por todo: la ciudad, la comida, la ropa…Pero la cosa no quedó aquí. Cuando regresé, todo lo que me gustaba o no, lo seguía diciendo con “mipiache” o “nomipiache” convirtiéndose en una expresión esencial para mí. Llevaba tiempo queriendo escribir un blog, pero no encontraba el momento oportuno. Cuando decidí hacerlo, una de las cosas que más dudas y calentamientos de cabeza me produjo, fue la elección del nombre del blog. Buscaba algo personal, un nombre que me identificará con él… Algo diferente a lo típico relacionado con moda, trendy,looks… Buscaba algo que al escucharlo sonara a mí y me identificara y definiera mi estilo. Y bien la decisión fue fácil, ¿por qué no llamarlo “mipiache”? Puesto que voy a dedicarme a hablar de cosas que me gustan, que mejor elección que mi expresión preferida y con la que tantos recuerdos hermosos evoca en mí. Es una palabra que ya forma parte de mí, con la que me identifico y quiero que forme parte de mi nueva experiencia.